El verano tiene un ritmo distinto. Los días son más largos, la rutina se afloja lo justo como para que nos dé por soñar un poco más, y el calor invita a la calma, cuando no te obliga directamente a relajar el ritmo porque es imposible mantenerlo porque las altas temperaturas nos lo impiden.
Para mí, esa combinación convierte a esta estación en el momento perfecto para entregarme a un tipo muy concreto de lectura: las lecturas románticas de verano.
¿Qué busco en una lectura para las vacaciones?
No es lo mismo leer en el sofá un martes cualquiera de noviembre que hacerlo en una tumbona, con los pies descalzos y el sonido del mar de fondo. En verano, me apetece cambiar de registro. Dejo a un lado las tramas densas, los conflictos existenciales y las novelas que me obligan a subrayar frases cada dos páginas. En vacaciones, quiero libros que me hagan sonreír.
Por eso, cuando pienso en lecturas románticas de verano, lo tengo claro: busco historias ligeras, divertidas, frescas. De esas que te atrapan en el primer capítulo y no te sueltan hasta que las acabas con una sonrisa en la cara, puede que algún, y con agujetas de tanto reír.
Ingredientes que no pueden faltar en mis lecturas románticas de verano.
En mis lecturas románticas de verano, valoro especialmente:
- Protagonistas con chispa, que tengan diálogos rápidos y llenos de humor.
- Situaciones divertidas, encuentros inesperados, y enredos que me hagan reír (sí, también vale un poco de drama, pero del que se digiere fácil y no te corte la digestión al borde de la piscina).
- Escenarios que inviten a soñar: y no me refiero solo a playas, pueblos con encanto, terrazas con farolillos y noches estrelladas. También me hace gracia leer sobre el caos de una oficina, … si hay amor de por medio cualquier escenario es bueno.
- Finales felices. En verano no estoy para sufrir. Quiero que el amor triunfe, que los personajes se encuentren y que todo acabe bien. Si es entre carcajadas, mucho mejor. Ya habrá tiempo para corazones rotos en otoño.
¿Solo novelas feelgood son mi opción para ser lecturas románticas de verano?
No necesariamente. Me encantan las novelas feelgood, pero también disfruto de un buen romance enemies to lovers, (estos últimos también me encanta escribirlos), alguna historia con segundas oportunidades o incluso un retelling divertido. Lo importante es que me haga sentir bien. Que, al cerrar el libro, me quede esa sensación reconfortante de haber vivido algo bonito.
Algunas recomendaciones:
Y como no hay artículo sin recomendaciones, aquí van algunas novelas que me cumplen los requisitos para ser unas perfectas lecturas románticas de verano:
Una debutante moderna, de Mario Sanca. Una divertida comedia romántica que mezcla regencia y contemporánea.
Este autor tiene también otras novelas que podrían ser una lectura romántica de verano ideal.
¡Qué suerte la mía!, de Elena de la Cruz. Una divertida comedia que te arrancará muchas sonrisas.
Todas las novelas de Elena son recomendables para cualquier estación del año.
42 semanas, de Ana González Duque. Una comedia que nos hará pasar ratos divertidos cuando unos desconocidos que compartieron una noche loca descubran que son vecinos.
Siempre es un placer leer las novelas de Ana.
Corazón en fuera de juego, de Nira Strauss. Un divertido sport romance, que tiene continuidad con secudarios de esta como protagonistas en la novela Igualando el marcador.
Las reglas del juego, de Sarah Adams, una preciosa y divertida historia de la que te enamorarás sin remedio. En su siguiente novela, El amor no es un juego, volverás a encontrarte con algunos de los protagonistas en forma de secundarios.
Permíteme que haga un poquito de autopromoción y te recomiende un par de novelas mías que te ayuden a combatir los calores veraniegos con un buen chapuzón de risas y romance. Si quieres buscar alguna más puedes pasarte por Mis libros y descubrirlas todas.
Unidos por castigo, una comedia romántica que te hará reir mientras descubres como sus protagonistas consigue convivir si quieren cumplir con éxito un inesperado acuerdo.
Mientras dure nuestro partido, un enemies to lovers que animará tu verano en tanto que Lyliana se enfrente a su peor pesadilla; convivir en su casa con el quarterback del equipo de Harvard.
En resumen…
Las lecturas románticas de verano son ese capricho que me concedo cada año. Historias que me hacen sentir bien, que me entretienen y que me devuelven las ganas de enamorarme (aunque sea de un personaje ficticio) porque si hay risas de por medio es más fácil hacerlo.
¿Y tú? ¿Qué buscas en tus lecturas de verano?
